Noticias históricas acerca del proyecto de construcción de un tren de alta velocidad entre Buenos Aires, Rosario y Córdoba en la República Argentina, entre el 27 de abril de 2006 y el 26 de septiembre de 2008 (las noticias continuaron hasta el 20 de diciembre de 2012), durante los gobiernos de Nestor y Cristina Kirchner.

domingo, 12 de octubre de 2008

Otra vez en la vía (opinion)

Domingo 12 de octubre de 2008.

Por: Horacio de Dios.

Alma de valija.

Llego en un tranvía amarillo, de los de antes, a la terminal de Milano Centrale, una estación de 1931 que vale la pena fotografiar por sus cúpulas de acero y boleterías que parecen salidas de una película italiana con Alberto Sordi o Nanni Moretti.

Otra tarde, en Atocha, Madrid, cruzo la calle desde el Centro Reina Sofía y paso del Guernica de Picasso a la marquesina histórica que se conserva de la terminal realizada por un colaborador del ingeniero Eiffel en la época de la torre de París. En 1992, Rafael Moneo, el mismo que reformó El Prado, inventó un jardín con palmeras, el único lugar húmedo en todo Madrid, que tiene restaurantes y hasta una discoteca. Allí tomo el ómnibus C1 o C2 para dar una vuelta por la ciudad mientras espero mi combinación para seguir en la vía.

Ahora en Berlín, atravieso la gigantesca y ordenada Hauptbanhof, que se habilitó en vísperas del Mundial de fútbol de 2006. Es la estación más amplia y moderna de Europa, levantada luego de la reunificación. Está frente el Reichstag y la cúpula de sir Norman Foster, al lado del río Spree. Llego en auto, ómnibus o subte hasta el mismo andén. Es ideal para recorrer tiendas y su patio de comidas. Parten mil servicios por día en la convivencia armónica entre trenes antiguos que siguen en servicio, bien conservados, y los de alta velocidad, que están complementando o reemplazando.

No se trata de ir de un sitio a otro, sino de disfrutar del viaje. Semblanteando la geografía física y humana de los países que atravieso. Conociendo gente, de los pasajeros e inspectores a los funcionarios de frontera, que hasta saludan. Y observando la ganancia en tiempo y dinero porque las estaciones están en pleno centro y no necesito taxi, sino que uso el transporte público.

Mientras escribo me siento acompañado por los recuerdos de Germán Sopeña y su libro La libertad es un tren , que reavivó la afición por los ferrocarriles que tengo desde niño. Con algunos sacudones nostálgicos porque pienso en el Marplatense de mis pantalones cortos. No muy lejos y hace tiempo, necesitaba cuatro horas para llegar a Buenos Aires. La última vez que lo usé tardó cinco y no pude leer ni un minuto por el traqueteo que hacía difícil tener el libro en las manos.

almadevalija@gmail.com.

http://www.lanacion.com.ar/1058448-otra-vez-en-la-via


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